Los carreteros tenían que cruzar duras sendas por larguísimos recorridos para transportar mercancías de un pueblo a otro o a ciudades, por lo que para combatir la sed y la fatiga solían ingerir grandes cantidades de cerveza o vino por el camino, pues, especialmente los días soleados secaban con fuerza y daban sed.
Ebrios de tanto trago largo acababan haciendo eses con sus carros, volcaban su mercancía y en los peores casos acababan despeñándose y perdiendo además la vida.
Para que esto no ocurriera, los taberneros empezaron a obsequiar con comida en platos a todos quienes les comprasen alcohol, para así poder llenar el estómago con alimento y que la acción del alcohol no fuera tan debastadora sobre las personas.
Los bebedores, para evitar que las moscas y mosquitos se introdujeran en las botellas, garrafas o vasos de vino, empezaron a poner el plato encima como "tapa", y de ahí viene el nombre a la comida extra que nos sirven por una consumición de alcohol en bares.
Y como propina, os obsequiaré con la procedencia de otra palabra también del ámbito de la hostelería.
"Propina" proviene del griego clásico.
Con el sufijo προ (pro [antes]) y el verbo πίνω (pino [beber]), generaban la palabra "propino" (antes de beber) y lo que daban antes de beber era una moneda, por lo que la moneda con lo que pagaban la bebida era la propina.
Desde entonces, si quedabas satisfecho con los servicios que te daban, ofrecías unas monedas para que la persona que te había atendido pudiera beber, o lo que es lo mismo, le dabas una propina.
 |
DIBUJANTE YEBRA. Escena del siglo XVI. (todocolección.net) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario