miércoles, 27 de julio de 2016

Pokémon GO, ¿por qué se habla tanto de este juego?

Bueno, para todo aquel ajeno a lo que es Pokémon GO, en resumidas cuentas, es un juego gratuito descargado como app de móvil que usa los mapas y gps del teléfono para generar un mapeado real de la zona sobre el cual puedes encontrar pokemons (pequeños seres de la mítica serie de animación que lleva el mismo nombre), paradas (en las que se ocultan pokeballs y otros objetos) y otra serie de elementos, también usando la realidad amplificada, a través de la cámara del móvil, por la que puedes ver los seres como si estuvieran en el fondo real para cazarlos.

Bien, resumido de ese modo tan sencillo y a simple vista, uno se preguntaría ¿y por qué es tan adictivo o tanta gente juega o ha oído hablar de este juego?
Pues, como casi todo en esta vida, gran parte de culpa lo tienen los medios y la sociedad.

Su lanzamiento en Australia y Estados Unidos de América fue tan sonado que todo el mundo se hizo eco de la noticia. Pokémon GO iba a ser un éxito mundial, y así está sucediendo.
Como es costumbre, cualquier cosa, por muy chorrada o innovadora que sea, que triunfa en los Estados Unidos de América, tiene que hacerlo prácticamente en todo el mundo (en España, tan fanáticos del mundo yankee no íbamos a ser menos), así que pronto los periódicos lanzaban la noticia "Furor con Pokémon GO", "Millones de usuarios colapsan los servidores", "Más usado que Facebook o Whats app"... y claro, con tanta admiración, entusiasmo y fanatismo por parte de usuarios y medios, ¿¡cómo resistirse a descargárselo, si, además, es gratis!?

Pues ya tenemos tres factores que hacen que el juego triunfe.

1- Fabricado en Japón y exitoso en los Estados Unidos de América.
2- Los medios de comunicación inflan la pelota con noticias casi a diario.
3- Interacciona con la realidad.
4- Es gratis.

Además, muchos negocios usan unos cebos que aparecen en el juego para atraer pokemons a sus locales y así hacer entrar a los cazadores de pokemons, pudiendo de ese modo publicitarse y conseguir también ingresos extra gracias al juego. Ya ha habido varios locales que han colgado el cartel de "Hay Pokemons en el interior".

Con todo, ya tenemos a nuestros adolescentes saliendo de casa (al fin algo les saca de casa) en grupo o solitario a la caza de pokemons. Algunos de ellos incluso jugándose la vida (como los dos japoneses que entraron en el Túnel de la Rovira [Barcelona], viario, prohibido para los peatones [básicamente por el riesgo a ser atropellados y la falta de oxigenación] a cazar pokemons [hasta que fueron cazados por la policía]). U otros que han escalado a las plantas altas del Hotel Arts (también en Barcelona).

Eso no hace más que alimentar la curiosidad de muchos por ver por qué el juego es tan adictivo. Sin embargo, la causa por la que tanta gente comete estos actos incívicos e incluso poniendo en peligro sus vidas y las de otras personas, no está muy clara.

No obstante, una de las causas, como ya apunté en un post pasado, podría ser la falta de educación para el uso de internet y cómo éste medio afecta a nuestras vidas.
Es decir, en el caso de Pokémon GO, mucha gente sabe que es un juego que utiliza elementos reales (mapeado, señal del satélite, cámara...) pero no tiene en cuenta que la realidad no es un juego.
A pesar de que sea algo muy obvio, hay gente que lo pasa por alto y se mete tan de lleno en el juego que llega a confundir dónde acaba el juego y empieza la realidad, llegando a allanar propiedades privadas o conducir mientras juega (como el caso del chófer de autobús de Pontevedra).
Todos estos patéticos actos rozan lo criminal, y algo tan lógico como el separar el juego de la vida real para muchos les resulta altamente difícil.

Esto me lleva a pensar que necesitamos en nuestra sociedad y con urgencia una educación para el uso de las nuevas tecnologías, internet, la realidad virtual, etc.

Mi percepción de la situación, a todo esto, es que la fama y el bombo del juego irá apagándose casi con la misma velocidad con la que vino, siendo únicamente los más forofos los que se queden jugando a este juego y reduciéndose el tiempo de juego entre el resto de mortales, aunque aun falta por explotar en el mundo latinoamericano.

Imagen de Pokemon.com

lunes, 25 de julio de 2016

Toros, ¿fiesta cultural o maltrato animal?

Muchos consideran las corridas de toros como parte de la cultura nacional, como una festividad sin la que España perdería parte de su identidad, sus festejos y su cultura.

Otros muchos consideran, por contra, que maltratar a un animal hasta llevarlo al desangre para atravesarle el cuerpo finalmente con una espada para dar fin a su vida nunca puede ser considerado un acto cultural, festivo o de entretenimiento.

Esta festividad como la conocemos actualmente resurge del siglo XVIII y se ha tratado de prohibir a lo largo de los años durante los reinados de Felipe V, Carlos III, con el respaldo del intelectual Gaspar de Jovellanos, la Segunda República y muchas otras épocas más, sin mucho resultado, pues el pueblo llano siempre ha tratado de apoyar y enaltecer esta práctica.

En la actualidad se ha conseguido prohibir las corridas de toros en toda Catalunya (con casi 500.000 firmas recogidas en 2005, la mitad de las cuales se habían recogido en menos de seis meses), en las Islas Canarias, por la ley 8/1991 y en varios municipios del resto de España.

A pesar de la gran controversia que producen las festividades taurinas por todo el mundo, muchos grupos defensores de los derechos y vida animal se ven sin el apoyo suficiente para hacer frente a los defensores de las corridas de toros, no pudiendo conseguir así la representación parlamentaria suficiente como para generar leyes de prohibición y relegando su lucha a asociaciones vecinales, grupos y organizaciones ciudadanas de concienciación y rechazo al maltrato animal.

El rechazo generalizado por gran parte de la ciudadanía ha llegado a ser tan fuerte que incluso se ha llegado a aplaudir la muerte de toreros, considerados partícipes principales de las brutales matanzas, en medios sociales y de difusión pública.

El último episodio de enfrentamiento entre taurinos y anti-taurinos lo vivimos tras la muerte del torero Víctor Barrio tras recibir una cornada el pasado 9 de Julio.
Personajes públicos como JPelirrojo, entre otros, celebraban que por fin un toro pudiera defenderse de su atacante, pues lo que hace el animal instintivamente es tratar de no morir, mientras que el torero trata de matar sin seguir ningún instinto, simplemente para entretener al personal.

Los tuits de JPelirrojo llevaron a que Nestlé tomara la decisión de despedir al youtuber/actor representante de la marca. La respuesta de los anti-taurinos fue hacer boicot a la marca.

Si tanta controversia generan las corridas de toros ¿por qué se sigue defendiendo?, ¿tiene realmente tanto peso cultural como dicen?, ¿realmente nos sentimos los españoles identificados con las corridas de toros?, ¿o quizá haya mucho interés oculto entre ganaderos, apoderados, terratenientes y familias "bienestantes" de la nobleza española?

Posiblemente los tiempos estén cambiando, la forma de los españoles de ver España también está cambiando y muy probablemente y a pesar de que haya gente que se sienta incómoda con esa nueva visión, España también debería cambiar con los españoles.

Llegados a este punto de los sentimientos de los ciudadanos, la solución podría bien ser un referéndum sobre la celebración de estas festividades o su prohibición, pues la tónica parece ser la de ir acabando lentamente con estas celebraciones desde hace tiempo carentes de sentido.

domingo, 3 de julio de 2016

Yo también soy Irak. (y Turquía, y Bangladesh, y Siria...)

A muchos les chocará leer el título de este último post. Y es normal, tenemos la desgracia de asociar estos países con el terrorismo. Sin embargo, obviamos que estos países son los que más ataques terroristas padecen desde años, en los que miles de inocentes mueren cada año, y nos centramos en las víctimas de los países de más alcance mediático.

A los hechos me remito:
Después de los terribles atentados de París en noviembre del 2015, el mundo occidental pareció movilizarse en repudia del terrorismo y en compasión hacia todo el país europeo en cuya capital murieron 137 personas en atentados con detonaciones de bombas y tiroteos de ametralladoras.

Terrible, sin duda. Facebook se llenó de banderas francesas en los perfiles de la gente como simpatía y solidaridad con el pueblo francés. Todo el mundo mostraba su apoyo a los franceses y en especial a las familias de las víctimas de aquel atentado con mensajes e imágenes.

Cuatro meses después los terroristas atentaron en el aeropuerto de Bruselas. Otra capital europea salpicada con sangre y muerte por el terrorismo del DAESH (o ISIS). De nuevo los medios de comunicación haciendo un amplio seguimiento del suceso mientras van contando las víctimas por minutos. Y, de nuevo, Facebook repleto de banderas belgas en apoyo al país europeo.

Pero, ¿qué ocurre cuando los atentados terroristas se perpetran fuera de la unión europea o de los Estados Unidos de América?

Hace cuatro días hubo un atentado en el aeropuerto de Atatürk en Estambul, Turquía. Murieron 42 personas, una más que en Bruselas, y los heridos se duplicaban. Ningún perfil aparecía en Facebook con la bandera turca ni mensajes de apoyo al pueblo turco que sufrió los atentados.

Hace dos días, atentado en Bangladesh. Veinte muertos. Apenas sólo 1 comentario aparecía en Facebook. Los medios de comunicación apenas se hacían eco y Europa continuaba durmiendo tranquila.

Hoy, atentado en Bagdad, capital de Irak. Un camión bomba estallaba en una concurrida zona comercial dejando 120 muertos (y se siguen sumando) y 130 heridos. ¿El resultado en Facebook? Nadie con consignas como "Yo soy Irak" en semejanza a las que la mayoría usó el año pasado para dar apoyo al pueblo francés. Los medios de comunicación se limitan a contar los muertos mientras ignoran el miedo y sufrimiento de las víctimas que han vivido esa masacre y que viven con la angustia de padecer otros atentados cada mes en su ciudad.

No acabo de entender el comportamiento de la gente. Si un país europeo sufre un atentado todos parecen sentirse consternados y sacan a relucir banderitas y mensajes de apoyo. Pero cuando los atentados los sufren otros países, parecen ser invisibles a los ojos de occidente. Y no me parece justo.

No quiero creer que sea hipocresía de la gente el enarbolar una bandera y proclamar una consigna sobre un tema cuando está en boga de todos al más puro estilo "postureo" (y en este país muchos pecamos de ello), más bien me gustaría considerar la idea de que los medios de comunicación dan una mayor importancia a unos atentados y pasan más por encima de otros. Como España no tiene intereses en países como Turquía, Bangladesh, Irak o Siria... los medios no cubren la noticia como la cubren cuando nuestro país tiene intereses en un país afectado.

Esto se traslada a la sociedad. Automáticamente se graba en la mente de la gente que las vidas de los ciudadanos europeos son más valiosas que los ciudadanos asiáticos. Y eso es una falacia con la que quisiera acabar de una vez.

Según nuestra propia constitución, la del 1978, todas las vidas humanas valen lo mismo. Según nuestra propia naturaleza, todos los humanos somos iguales. Entonces, ¿por qué dar más importancia al que muere en Europa que al que muere en Asia o África? ¿Es que acaso tenemos nosotros más derecho a la vida que ellos?
Rotundamente NO.

Muertos en Europa por el ISIS en los últimos 4 MESES: 178.
Muertos en Irak, Turquía y Bangladesh en los últimos 4 DÍAS: 182.

Creo que es momento de decir ¡Ya basta!
Ya basta de menospreciar a las vidas de los seres humanos de otras regiones pero, sobre todo, ya basta al terrorismo, ocurra donde ocurra.

Desde aquí mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas y todo mi apoyo a los pueblos que sufren tanto el terrorismo como la guerra, el hambre y cualquier desgracia semejante. No demos un trato injusto al mismo sufrimiento.


Karrada, en Bagdad, zona del atentado.
(Imagen del huffingtonpost.es)