lunes, 25 de julio de 2016

Toros, ¿fiesta cultural o maltrato animal?

Muchos consideran las corridas de toros como parte de la cultura nacional, como una festividad sin la que España perdería parte de su identidad, sus festejos y su cultura.

Otros muchos consideran, por contra, que maltratar a un animal hasta llevarlo al desangre para atravesarle el cuerpo finalmente con una espada para dar fin a su vida nunca puede ser considerado un acto cultural, festivo o de entretenimiento.

Esta festividad como la conocemos actualmente resurge del siglo XVIII y se ha tratado de prohibir a lo largo de los años durante los reinados de Felipe V, Carlos III, con el respaldo del intelectual Gaspar de Jovellanos, la Segunda República y muchas otras épocas más, sin mucho resultado, pues el pueblo llano siempre ha tratado de apoyar y enaltecer esta práctica.

En la actualidad se ha conseguido prohibir las corridas de toros en toda Catalunya (con casi 500.000 firmas recogidas en 2005, la mitad de las cuales se habían recogido en menos de seis meses), en las Islas Canarias, por la ley 8/1991 y en varios municipios del resto de España.

A pesar de la gran controversia que producen las festividades taurinas por todo el mundo, muchos grupos defensores de los derechos y vida animal se ven sin el apoyo suficiente para hacer frente a los defensores de las corridas de toros, no pudiendo conseguir así la representación parlamentaria suficiente como para generar leyes de prohibición y relegando su lucha a asociaciones vecinales, grupos y organizaciones ciudadanas de concienciación y rechazo al maltrato animal.

El rechazo generalizado por gran parte de la ciudadanía ha llegado a ser tan fuerte que incluso se ha llegado a aplaudir la muerte de toreros, considerados partícipes principales de las brutales matanzas, en medios sociales y de difusión pública.

El último episodio de enfrentamiento entre taurinos y anti-taurinos lo vivimos tras la muerte del torero Víctor Barrio tras recibir una cornada el pasado 9 de Julio.
Personajes públicos como JPelirrojo, entre otros, celebraban que por fin un toro pudiera defenderse de su atacante, pues lo que hace el animal instintivamente es tratar de no morir, mientras que el torero trata de matar sin seguir ningún instinto, simplemente para entretener al personal.

Los tuits de JPelirrojo llevaron a que Nestlé tomara la decisión de despedir al youtuber/actor representante de la marca. La respuesta de los anti-taurinos fue hacer boicot a la marca.

Si tanta controversia generan las corridas de toros ¿por qué se sigue defendiendo?, ¿tiene realmente tanto peso cultural como dicen?, ¿realmente nos sentimos los españoles identificados con las corridas de toros?, ¿o quizá haya mucho interés oculto entre ganaderos, apoderados, terratenientes y familias "bienestantes" de la nobleza española?

Posiblemente los tiempos estén cambiando, la forma de los españoles de ver España también está cambiando y muy probablemente y a pesar de que haya gente que se sienta incómoda con esa nueva visión, España también debería cambiar con los españoles.

Llegados a este punto de los sentimientos de los ciudadanos, la solución podría bien ser un referéndum sobre la celebración de estas festividades o su prohibición, pues la tónica parece ser la de ir acabando lentamente con estas celebraciones desde hace tiempo carentes de sentido.

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